En un encuentro con medios de comunicación, el Gobernador del Estado de Nayarit, compartió que él nunca sería capaz de ponerle su nombre a alguna calle o alguna construcción realizada por el gobierno, sin embargo agregó que eso no quedaría ahí, sino que en el futuro emitirá un decreto para que ya nadie pueda ponerle su nombre a calles y auditorios.
La iniciativa de Navarro Quintero, parte del hecho de el que él cree que ponerle el nombre propio a calles, auditorios o demás construcciones, es un culto a la personalidad y que eso no significa el haber hecho las cosas bien.
Además, los desarrollos u obras sociales no parten de recursos propios, sino que estos derivan de dinero del pueblo.