El Papa Francisco, confesó que en una ocasión perdió la paciencia y regañó a una mujer debido a que ella le pidió una bendición para su perrito.

El pontífice, contó que, en una audiencia general, una mujer le pidió una bendición para su «niño» el cual resultó un perro que sacó de su bolsa.

«Señora, muchos niños sufren hambre y usted está con el perrito».

El Papa, ya ha contado algunas otras anécdotas de mujeres que tratan a sus perros como si fueran sus hijos, incluso lo compartió en un foro de ‘Estados Generales de la natalidad’.

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